La
Realización
Hay una gran
diferencia entre lo que tú realmente crees y lo que crees que debes
creer o lo que
deseas creer.
Tú demuestras o
manifiestas en toda tu vida exterior aquello que realmente crees.
Las demás ideas
no se exteriorizan. Si algún día llegas a creer otra cosa, ese día
comienzas a
manifestarlo; o sea, a experimentarlo, no antes.
No basta con
decir que tú sabes que tal y cual cosa no puede lastimarte o
afectarte, si
sólo tienes esta opinión intelectualmente. Si tú sientes aunque no sea
sino levemente
que aquellas no te pueden hacer daño, el caso es distinto. Esto es lo
que llamamos
realización: saberlo y sentirlo, o tener la convicción.
No basta con
repetir que todo va a estar bien a menos que creas lo que estas
diciendo.
No basta con
decir superficialmente que Dios está contigo y cuidándote a
menos que lo
creas o lo realices aunque sea en grado leve.
El único objeto
de hacer tratamientos espirituales es aumentar tu propia realización de la
verdad que ya has
aceptado; o sea,
que el error y el temor no tienen poder sobre ti cuando tú no cedes
a ellos.
Lucas, en el
capítulo 10, versículo 19 cita las palabras del Maestro diciendo:
“Nada, por
ningún respecto, podrá dañarte”.
Muchas personas
piden que les den una afirmación. Aparentemente están bajo la
impresión de que
repitiendo una frase mágica van a resolver su problema, pero esto
no puede estar
más lejos de la verdad.
Tu problema está
contigo debido a una creencia falsa, errónea, que está dentro de
ti; o sea, un
proceso de pensamiento equivocado.
Donde hay
inarmonía siempre hay temor presente, y una afirmación no va a
destruir este
temor. Debes rehusar a ser intimidado por el peligro aparente,
cualquiera que
sea, y poner tu confianza en el amor de Dios; entonces el temor
comienza a desaparecer.
Las afirmaciones
son recordatorios de lo que debemos creer, pero es el cambio de
nuestro proceso
mental, del error a la verdad, lo que trae la demostración. No el
repetir una
frase.
Cuando necesitas
ser guiado en una decisión importante, hay que pensar y creer
que Dios te está
guiando, y te verás guiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario